Agárrense que vienen curvas...

A falta de 3 jornadas para que la Liga BBVA llegue a su fin, tenemos, por todos los flancos, una gran emoción acerca de quienes se llevarán la gloria, y quiénes la tristeza.
Madrid y Barcelona siguen su pulso estratosférico por la primera plaza. Ninguno de los dos pincha, y el primero que lo haga seguramente habrá perdido sus opciones.
El resto de equipos apuran las últimas jornadas para o bien quedar bien clasificados y optar a jugar en Europa el año que viene, o bien para eludir el drama del descenso, agónico siempre a estas alturas de la temporada. Otros en cambio ya no se juegan nada.

La jornada 35 nos dejó algunos resultados inesperados, que complicaron las cosas a algunos equipos en la parte de abajo. La salvación puede que acabe siendo algo más cara de los 38 puntos que se había pensado hace pocas jornadas, y es que cuando el tiempo aprieta, y se ve el descenso tan cerca, las fuerzas se triplican.
Por su parte el Real Zaragoza ganó en Riazor al Deportivo de la Coruña. El equipo maño era consciente de lo que se jugaba y salió bien plantado al campo, no obstante tenía el problema que lleva arrastrando durante todo el curso, apenas llegaba con claridad a la meta coruñesa. Con la baja del "Chupete Suazo" en la delantera, la responsabilidad de ser el único ariete fue para Adrián Colunga. El menudo delantero asturiano siempre ha cumplido con la elástica blanquilla, ya sea desde el banquillo o como titular. Le tocaba actuar además en un puesto difícil; el sistema que propone José Aurelio Gay bien podría llamarse "desespera-atacantes", el madrileño siempre ha apostado por un solo punta, que tiene que buscarse los balones peleándose con las defensas rivales, y que es un "islote a la deriva" en la formación del equipo. Pues bien, una vez más Colunga cumplió con su papel de salvador; un magistral pase de Lafita (muy pitado, de forma injusta, por la afición de Riazor), fue aprovechado por el asturiano para en un mano a mano con Aranzubía convertir el 0-1 y poner por delante a los suyos. Un mano a mano más que gana Colunga al portero rival, y van 5... Esto tiene que hacer pensar a Gay de los minutos que ha disfrutado el delantero.

Ésa fue la única llegada con claridad de todo el partido. El Zaragoza tuvo el dominio del balón por momentos, pero sin crear excesivo peligro de cara a gol. A partir de ahí el Deportivo buscó la meta zaragocista con ímpetu; y si no llega a ser por el guardameta Roberto, el resultado habría sido bien distito, con intervenciones de todos los colores desbarató todas las intentonas deportivistas. Se hablaba hace años del dúo sacapuntos del Racing (Munitis-Zigic), pues la dupla Colunga-Roberto no anda muy lejos de ser un dúo sacapuntos tampoco.

Con la victoria el equipo respiró aliviado, y es que las cosas se han puesto muy feas por la zona baja. El equipo sigue a dos puntos del descenso, pero ve la luz al final del túnel, ya que sus rivales tienen un calendario más complicado, y 2 de los 3 partidos que quedan se juegan en La Romareda. Una derrota en Riazor hubiera significado caer a puestos de descenso, lo que sería un verdadera tragedia a falta de 3 jornadas.
Ahora, todos los equipos saben que ahora cada partido es una final, y que un fallo les puede mandar a Segunda. Por eso en los últimos partidos aprietan al máximo, y algunos que ya se crían salvados hace poco, como Almeria o Racing, se han metido también en la pomada. Todos sin excepción van a vender caras sus derrotas.

La jornada 36 se adelanta al martes y miércoles de esta semana por el tema del Mundial; sin apenas descanso ni tiempo para digerir los resultados del fin de semana, tenemos otra buena dosis de fútbol y emoción.
Que haya suerte para todos, y esperemos que el lunes podamos decir que el Real Zaragoza está virtualmente salvado, para ello ha de ganar al Español el miércoles a las 20:00, tarea complicada porque con una derrota, los catalanes también pueden verse envueltos en el drama del descenso. ¡Ánimo Zaragoza!