El Barça no pudo con el muro INTERminable.

F.C Barcelona 1 - Internazionale 0 (2-3)

El ambiente era el propio de una semifinal de la Champions League, una ciudad volcada con su equipo, juntos por la causa: llegar por segundo año consecutivo a la final de la Champions. Los jugadores del Barcelona habían hecho llegar un mensaje a su afición, en el que la arengaban a animar hasta el último aliento, que ellos ya harían lo suyo en el terreno de juego, que es donde hay que hablar. No hay que olvidar tampoco a la afición del Inter, en el Camp Nou asistieron alrededor de 4500 tifosi interistas. El partido se presentaba apasionante y respecto a juego, ha decepcionado un poco.
El ambiente caldeado era como un "bienvenido a casa" para el técnico del Inter Jose Morinho, que durante toda la eliminatoria se ha sentido "como en casa".

Al comenzar el partido se notaba en las piernas de los jugadores los nervios propios de una cita de tal calibre; los jugadores del Barça apenas arriesgaban con el balón en los pies, y los del Inter tenían la lección de su técnico bien aprendida, encerrarse atrás y aprovechar alguna contra para matar la eliminatoria.

La primera parte, como todo el partido, tuvo un único guión: el Barcelona movía y movía la pelota de un lado a otro pero sin crear apenas peligro sobre la meta del Inter. Los culés hicieron rodar la pelota de un lado al otro sin abrir huecos en la defensa italiana, que estaba compuesta por dos líneas: una de 5 futbolistas(Chivu, Zanetti, Samuel, Lucio y Maicon), otra de 4 delante (Cambiasso, Sneijder, Etoo y Motta), y con un único hombre en punta, el Principe Diego Milito.
La historia del partido cambió a raíz de la expulsión, por doble amarilla, de Thiago Motta. La expulsión vino después de la segunda amarilla que vio el brasileño tras un manotazo a Busquets; la acción es discutible ya que parece que Busquets exagera la acción. El árbitro Frank de Bleeckere no estuvo demasiado acertado durante todo el partido.
Tras la expulsión, el Barça se desmelenó un poco y se atrevió a penetrar un poco más en la férrea defensa del Inter. Con acciones por banda de Pedro, Messi por el centro (se esperaba más del astro argentino en el partido)... El Barça seguía moviendo la pelota, ahora ya con un poco más de claridad en la llegada. Una internada por el centro de Leo Messi a 10 minutos del descanso pudo ser el primer gol de la noche, pero la buena estirada de Julio César desbarató el intento. Esta jugada podría haber cambiado el rumbo del partido. El Inter por su parte, había improvisado tras la expulsión de Motta dos líneas defensivas (5 defensas y 4 medios-defensas) con Etoo y Diego Milito de improvisados falsos laterales; apuesta ultradefensiva, pero es lo que tenía que hacer el Inter, defender el resultado.
La posesión de balón ha sido para el Barça de forma aplastante, el Inter apenas mantenía el balón en su poder durante más de 5 segundos, y es que hay que recordar que a fútbol se juega de muchas maneras.

En la segunda parte el guión fue prácticamente el mismo, el Barça llegaba pero no conseguía hacer gol, entonces, como es normal, le entraron las prisas a los jugadores culés. El gol de Piqué en el minuto 83 llegó quizá un poco tarde. A lo que el equipo le metió otra marcha al juego, yéndose ya sin contemplaciones a por la eliminatoria, era un poco tarde. Sin embargo la emoción duró hasta el pitido final, ya que los blaugranas tuvieron ocasiones claras para hacer el segundo, incluído un gol anulado a Bojan Krkic por mano previa de Yaya Toure, acción también discutible.

El balance del partido es que el Barça lo intentó pero no pudo con la apuesta ultradefensiva que había plantado Mourinho el Camp Nou, los jugadores del Inter parecían guerreros en el campo de batalla más que jugadores. Hay que decir que el que se ha visto esta noche no es el Barça que acostumbramos a ver en las grandes citas europeas; el equipo ha echado de menos muchas cosas como las internadas constantes de Messi, los pases al hueco magistrales de Xavi, Alves no ha subido la banda como es costumbre en él, un punta referencia (Ibra lleva un año que "no se entera"), Keita no es Iniesta... Todo ello estoy convencido de que lo ha producido por la consigna "anti-juego" del Inter. Con las dos líneas defensivas tan juntas y encerradas era imposible combinar para los culés. Los italianos han esperado al Barça en una especie de defensa en zona a lo bestia, y les ha salido bien la jugada. Aunque no muy vistoso, efectivo planteamiento táctico de Mourinho. Pero tengo que decir que si los jugadores del Barcelona tienen el día (dado el planteamiento del Inter), los italianos se llevan un carro de goles a su casa, pero no ha sido así.
Ya solo queda felicitar al Inter y desearle suerte para final del día 22 de mayo en Madrid.
Bayern- Inter, ésa es la final. Cuando empezó la competición ninguno de los dos aparecía en las quinielas para estar en la final pero ahí están, así que por algo será.