Este ha sido un verano atípico en lo futbolístico, uno de esos que cada cuatro años, hace que no nos podamos olvidar del futbol ni por un instante, y éste aun con más motivo, porque qué narices ¡hemos sido campeones del mundo!
Disfrutaremos de ese privilegio durante los próximos cuatro años, pero ahora llega el final del verano, y con él la vuelta a las competiciones nacionales, o sea nuestra querida Liga doméstica.
El periodo estival ha sido movido en cuanto a fichajes, aunque nada que ver con otros años, el mercado ha estado animado como casi siempre por el Madrid y el Barça; los blancos han dejado atrás los fichajes galácticos del año pasado y se han centrado en jugadores de alto nivel y con proyección, en mi opinión el Madrid ha hecho un gran equipo... habrá que ver si el "todopoderoso" Mourinho sabe hacer un equipo de todos ellos. El Barça ha mantenido el bloque de los éxitos de estos últimos años añadiendo una pieza que más es una joya, David Villa; con canteranos y la experiencia de su estrellas ni se sabe hasta donde puede llegar este Barça.
El resto de equipos siguen a su bola, o mejor dicho en "su liga". El último año ha sido fiel reflejo del injusto dominio absoluto de la liga por parte de los dos grandes, las dos economías aplastantemente mayores del futbol español han abierto un abismo de calidad respecto al resto, y todo gracias al dinero, triste, pero así es el fútbol moderno.
En resumen, esta liga se presume otro pulso titánico batiendo todos los records entre Madrid y Barça, y el resto a repartirse las migajas. Los Valencia, Sevilla, Villarreal... se jugarán entrar en Champions y del resto cualquier cosa se puede esperar, tanto bueno como malo. Especial interés tengo en ver qué hace el Real Zaragoza este año, como todos sabemos este equipo es capaz de lo mejor y de lo peor... esperemos que sea más lo primero.
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Te dejas al Atleti, tú. Por cierto, ya era hora de que volvieras, mamoncete.
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